Los 10 días que pasamos en Francia fueron inolvidables. Hasta las horas en el bus lo serán para el resto de mi vida. Fuimos al ayuntamiento, a la playa, a un «laser tag», a un parque acuático y me quedo corta si digo que fue el mejor viaje que he tenido en toda mi vida. Entre esos días que estuvimos, uno de ellos fue mi cumpleaños, las monitoras tanto Españolas como Francesas se implicaron muchísimo para que todo saliese perfecto. Cenamos, bailamos, incluso me hicieron regalos. Un viaje verdaderamente perfecto, y a pesar de tener 14 años, y que por mucho que quiera negarlo, me guste las cosas movidas como el parque acuático o las actividades grupales, lo que más me gustó, y el mejor recuerdo que puedo tener, fue de una noche, todos tumbados en el césped del albergue mirando las estrellas, que por cierto, casi todas eran fugaces. No sólo hicimos actividades divertidas, sino que conocimos a gente de nuestra edad que a pesar del corto tiempo que estuvimos con ellos, ya son imprescindibles. Y por supuesto, a pesar de que todos los de Avilés nos llevábamos bien entre nosotros y éramos grandes amigos, ahora nos convertimos en hermanos. Creo hablar por todos si digo que nos gustaría repetir este viaje. Da igual el sitio, la compañía es lo importante.